lunes, 26 de abril de 2010

Los carritos choripaneros, una popular forma de comer

Son comunes en los parques, plazas y a la salida de las canchas de fútbol. En Rosario hay 32 puestos ambulantes habilitados, pero no todos salen a la calle con los permisos requeridos. Qué riesgos corren los consumidores.


Los carros que venden hamburguesas y todo tipo de comida denominada chatarra resultan una buena salida para la gente cuando está apurada y necesita comer algo para continuar con su rutina. Más allá de los riesgos que representa este tipo de alimentos para la salud por las múltiples calorías, los peligros para los ciudadanos están en los lugares que no están habilitados para este tipo de tareas.

En Rosario hay actualmente un total de 32 carritos choripaneros autorizados por la Dirección de Habilitaciones de Industrias, Comercios y Servicios, de los cuales 28 están divididos entre parques y plazas y otros 4 en diferentes zonas de la ciudad. “No está permitido que se establezcan estos puestos ambulantes en el área del centro”, indicó la titular del área, Marianela Mosconi.

La directora explicó a rosarionoticias.info que existe una ordenanza municipal que establece estos cupos para las zonas de los parques y plazas, pero que no pueden otorgarse autorizaciones para los lugares con mayor concentración urbana.

En caso de que los vendedores no cumplan con los requisitos de habilitación y salgan a la calle sin permiso, la Guardia Urbana Municipal (GUM) es la que se encarga de realizar los controles, sacarlos de circulación y multarlos.

“Los carritos debe tener una parada determinada para todo el año. Es algo que se les solicita que informen los dueños antes de pedir la habilitación”, aseveró Mosconi.

Así como existen dueños de puestos ambulantes de comida chatarra que respetan los requerimientos legales para poder salir a la calle, otros no respetan las normas. “Nosotros nos paramos siempre que encontramos una esqunita con el carro y tratamos de vender lo más posible. Vamos de acá para allá porque no tenemos los papeles”, indicó Marcos, el dueño de uno de estos puestos que venden comida.

Este tipo de conductas representa un riesgo para los ciudadanos ya que no saben si el lugar donde van a comer está correctamente higienizado y utiliza alimentos que estén bien refrigerados en resguardo de la temperatura ambiente que puede echarlos a perder (aderezos).

Mosconi aseguró que seria coherente que las personas se fijaran que los puestos tengan los documentos de habilitación a la vista y exigirlos en caso de no estar seguros. “Podrían intoxicarse si no son sitios correctamente desinfectados”, dijo.

Otra forma de achicar los peligros sería (en caso de que uno sea un cliente regular) tomar el hábito de ir siempre al mismo carro, si es que es de confianza.

Los requisitos

La directora de Habilitaciones de Industrias, Comercios y Servicios explicó que las exigencias para solicitar permisos están estipuladas en la ordenanza 7703 del año 2004. Dentro de la misma se pide que los solicitantes tengan domicilio registrado en Rosario por lo menos de dos años y no contar con otro medio de subsistencia dentro de la familia (con excepción de jubilados).

Además, otro de los puntos en los que hace énfasis la Dirección es en que los carros choripaneros no pueden vender bebidas alcohólicas y deben limpiar diariamente el espacio que se utiliza ya sea en parques o en calles de barrio.

Los más trabajadores

Entre los 32 carros de comida chatarra habilitados para estar en las calles, los que más popularidad tienen son los que se ubican en el Parque Independencia. En total son 4 que se reparten por bulevar Oroño a la altura del Laguito y de la diagonal del Hipódromo.

Asimismo, hay dos puestos que se ubican a las salidas de los boliches nocturnos que tienen mucha demanda. Uno está ubicado en Córdoba e Iriondo (esquina del club Plaza Jewell), a una cuadra de Puebla. El otro en Vera Mujica y Brown, cerca de las puertas de Madame.

“Se trabaja muy bien los fines de semana a la madrugada. Llegamos alrededor de las 3 o 4 de la mañana y nos quedamos hasta que salen todos de la confitería”, dijo el propietario del carro que está frente a Madame. Los feriados también son días de trabajo para estos gourmets ambulantes.